Finisher de la TMT 50K

Jorge_H
Carreras de montaña
23/05/2015

Este sábado me enfrentaba al tercer gran reto del año, la Trans Montesblancos Trail en su modalidad reina, los 50 kilómetros, solo ensombrecida este año por el hecho de que había una nueva gran prueba de 100 Km, quedando esta vez un poco en segundo plano, pero que continúa siendo la gran referencia de esta magnífica y genialmente organizada carrera de montaña.

Cuando llegaba la semana casi ni me daba cuenta de lo cerca que estaba la prueba y un poco se me echó el tiempo encima, tanto que la tarde anterior me teníais comprando geles y barritas en Decathlon porque no tenía ni uno desde hacía un montón.

Y llego el día, preparé mi mochila, me di crema anti ampollas en los pies y me fui sobre las 10 de la mañana ya dirección a La Pueble de Alfindén, aunque la salida no se diera hasta las 13h, para recoger el dorsal, poder saludar a la gente tranquilamente y tomarme un café antes de partir.

Allí conforme se acercaba la hora ya empezábamos a vernos caras conocidas y también a tener noticias sobre cómo iban nuestros compañeros que hacían la modalidad de 100 Km, hasta que ya nos dispusimos a tomar la salida y enfilar hacia el primer bucle de 25 Km de las carrera, que había que completar antes de 3 horas para superar el corte de la carrera.

La verdad es que fui muy bien y muy contento durante estos primeros 25 Km, a un ritmo bastante rápido pero sin pasarme y dosificando, aprovechando también que esta era la parte menos “complicada” en cuanto a terreno de todo el recorrido, corriendo a una media por debajo de 6 min/km y no necesitando bajar el ritmo en las subidas, cosa que me hizo sentir muy animado y seguir para delante dándolo todo, hasta que me equivoqué de camino. Estaba a punto de llegar al control de los 25 km en menos de 2 h 30 minutos (de hecho, calculo que habría pasado sobre las 2h 25 min), cuando en vez de entrar a La Puebla metiéndome por el túnel bajo la autopista me metí hacia la izquierda siguiendo una señal que indicaba “TMT 50″ pero que se refería a por donde debíamos ir tras pasar La Puebla para iniciar el segundo bucle del recorrido. Así que debido a esto, hasta que no me tope con otro corredor y le pregunté porque estaba extrañado no volví a incorporarme al verdadero recorrido de la carrera apareciendo de nuevo por el puente con varios kilómetros de más y llegando al control con unos 20 minutos de retraso con lo que debería haber sido de haber seguido correctamente el recorrido.

Esto ya me hizo pensar en que le dieran al tiempo y empecé a dosificar más e incluso a andar algún rato, y es aquí donde me junte con mis compañeros de fatigas de la mayoría del recorrido, Dani del grupo Running Cadrete y Manu Villanueva, con los que fui mano a mano hasta que empezó la subida hacia el toro donde me quedé algo descolgado, ya que empezaba a tener algún amago de calambre en la pierna derecha, pero que se hicieron algo más llevaderos compartiendo parte de esos kilómetros que quedaban junto a Vanesa (un placer conocerte), hasta que volví a quedarme un poco atrás porque cada vez se repetían como mas regularidad, así que como iba sobrado de tiempo hasta para llegar simplemente andando, decidí parar e ir más tranquilo, a mi bola, aquí fue donde me cruce en los últimos kilómetros con David de los Corredores del Ebro y con Cristina de Running Zaragoza, mientras avanzaba chino chano entre trote y trozo andando hasta que tras unos 8 kilómetros así ya se me pasó y pude correr en condiciones de nuevo aunque solo fueran los 2 últimos kilómetros hasta la meta. En consecuencia, el segundo bucle me costó hora y media más que el primero, pero llegar llegué que era lo que ansiaba, conseguirlo, superar un reto de estas características, cosas que otros por desgracia no consiguieron, pero que desde aquí les animo a continuar y volver a intentarlo porque nunca es tarde para conseguir acabar un reto.

La sensación al llegar fue increíble, entre incredulidad por haberlo conseguido sin haber sufrido demasiado (después de lo pasado en la Jorgeada todo sufrimiento me parece poco) y la sorpresa de entrar con banda como si fuera un auténtico campeón, mientras todo el mundo te recibe con los brazos abiertos y dándote la enhorabuena por lo que has hecho, mientras te tomas una cerveza tranquilamente charlando con el resto de corredores.

La organización, a cargo de los Correcaminos de Alfindén, pues realmente admirable y ejemplar, con todo cuidado hasta el más mínimo detalle para el corredor y para sus acompañantes (había hasta animación para niños), siendo merecedores de todo el reconocimiento que pueda dárseles y un poquito más, porque han conseguido que yo quiera más TMT para el año que viene.

Yo por mi parte ya solo me queda decir, que ya va el tercer reto del año y el segundo 100% superado, ahora solo queda esperar al mes de Julio para afrontar el siguiente reto en Las Tucas, aunque mientras tanto el calendario seguirá a tope, ya que esta semana tocará subir al Moncayo y correr la Caixa 10K de Zaragoza. Vaaaamonos!

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