BEHOBIA 50 aniversario

Tricas
Atletismo
23/05/2015

En noviembre todo corredor tiene una cita ineludible en San Sebastián. Se trata de la "Behobia", una carrera mítica dentro de la geografía española, se podría denominar como el Barça-Madrid del running. Un acontecimiento donde se concentran casi 27000 personas para recorrer los 20 kilómetros que separan la localidad de Irún con San Sebastián. Además este año celebraba su 50 aniversario por lo que una de esas almas que iban a abarrotar las calles de la capital de Guipúzcoa debía ser yo.

El año pasado ya participé y quede tan maravillado por las buenas sensaciones que rodean a esta carrera que no dude en volver a inscribirme. Todo empezó como hace un año atrás, quedamos el sábado mi tío Alberto y yo en Zaragoza para hacer el viaje juntos e ir directamente a la feria del corredor donde teníamos que recoger nuestro dorsal y camiseta. Este año estaba mejor organizado ya que dispusieron de dos espacios separados para la recogida de una cosa y otra para así evitar aglomeraciones. Allí me junte con mis compañeros de "ANDANDAEH" y después de realizar todas las faenas relacionadas con la carrera nos fuimos a hacer otra de las razones por la que me gusta venir a este evento; nos fuimos de cervezas y pinchos. Sabemos que venimos a madrugar y a realizar un esfuerzo físico considerable, pero no debemos olvidar que también son unas mini vacaciones y así debemos disfrutarlas.

Llegó el día de la carrera y amanecía fresco pero sin lluvias (Era uno de los miedos que tenía ya que las previsiones meteorológicas no eran nada halagüeñas). Desayunamos y junto a mis compañeros Tony y Luís pusimos rumbo hacia el tren. El interior de éste era una amalgama de colores y nervios ya que estaba lleno de corredores.
 

Una vez llegamos a la zona de salida nos juntamos con parte de la familia y amigos y después de los abrazos y las fotos de rigor nos fuimos a calentar ya que la mañana era fría y era mejor no estar mucho tiempo parado. Debido a la cantidad de participantes la salida está organizada en varios cajones de unas 2000 personas organizadas por tiempos acreditados en carreras anteriores. Por esta razón es muy difícil coincidir con tus compañeros a la hora de empezar pero yo tuve suerte y compartía cajón con Tony. Después de calentar y disfrutar de los momentos anteriores al pistoletazo de salida donde los aplausos y la música es constante, la carrera empezó. Sabía que el primer kilómetro iba a ser más lento de lo que me gustaría debido al tráfico de personas pero una vez pasados los primeros 1000 metros, el pelotón se estiró y se pudo empezar a correr de forma más cómoda.

El año pasado, como era la primera vez y debido a su desnivel, fui a un ritmo bastante lento la primera parte del recorrido. Pero esta vez quería forzar más y mi idea original era realizar todo el trayecto en 1:25:00. Sobre el punto 6 se daba cita la primera dificultad; el alto de Gaintxurizketa. Es una pendiente muy constante y encima ves todo su recorrido completo, haciéndola aún más dura. Este año pasado note que me costaba más pero era debido a que mi ritmo de carrera era más alto. Una vez pasado el primer puerto, empezaba un tramo de la carrera donde se alternaban amplias bajadas perfectas para recuperar con repechos bastante exigentes.

Una de las cosas que más me gusta hacer en las carreras que hago fuera de Aragón es ir buscando corredores con camisetas de nuestra tierra e ir animándonos entre nosotros. Sobre el kilómetro 12 escuché un grito que decía "vamos mañico". Era un compañero, que al igual que yo, el encontrarse a gente de su zona le da fuerzas extras, por lo que empezamos a correr juntos. Me vino muy bien, ya que a parte de poder hablar y comentar la experiencia, me sirvió para coger un ritmo constante hasta el final.
 

En el punto 16 nos esperaba el alto de Miracruz, un tramo exigente pero con la afluencia de público que ahí se concentraba se hizo mucho más llevadero. Una vez coronado, nos esperaba un kilómetro de bajada y dos llanos para llegar a la meta. Era hora de darlo todo y poner velocidad de crucero. Los realicé a una media por debajo de 4 minutos. Solo quedaba la última recta y disfrutar del momento. Paré el cronometro en 01:26:12, más de 10 minutos por debajo de mi marca del año pasado.

Después de disfrutar por segundo año consecutivo de este acontecimiento, me reafirmo en decir que es una de las carreras más bonitas que se pueden correr. El apoyo del público es constante y te lleva en volandas durante todo el trayecto. Además, al estar rodeado de corredores durante todo el tiempo, es mucho más fácil de realizar. Uno de los peores momentos de una cita de estas características es cuando te quedas solo, no viendo ningún corredor ni por delante ni por detrás, pero aquí no se da esa opción por lo que los kilómetros van pasando sin darte cuenta.
 

Al acabar la carrera tocaba disfrutar con mis compañeros de ANDANDAEH, tomarnos unas cervezas para celebrarlo y poner el broche final al fin de semana con algo que se va a convertir en tradición; Reunión de abrazos y risas con la familia y amigos, regado con mucha SIDRA y un gran CHULETÓN.

Ha sido un placer volver a compartir experiencias con tanta buena gente y en un marco incomparable. Y aunque siempre me digo que no volveré debido a su elevado precio, seguro que en 2015 seré una de las 30000 personas que se sentará en marzo delante de su ordenador preparado a que abran las inscripciones e intentar hacerse otra vez con un nuevo dorsal.

¡Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 01:26:13
Clasificación general: 2735
Participantes:26781

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