Etapa 1: Somport - Jaca (30,5km)
Tienes varias opciones para empezar el Camino de Santiago Aragonés. En mi caso me trasladé en autobús a Jaca y me hospedé en el albergue de peregrinos (11€) para al día siguiente a las 8:25 de la mañana trasladarme a Somport en otro autobús (2,75€) donde empezaría la ruta.
El Camino Aragonés tiene muy pocas visitas anuales. Hay que recalcar que es el camino original que unía Francia con Santiago pero con el paso de los años, los gobiernos aragoneses han ido descuidando este patrimonio hasta los que es ahora, 1000 visitas al año. Es una pena porque es de una belleza incomparable y sería un gran propulsor de la zona. Lo que os he contado viene a colación porque estamos en el albergue apenas 5 personas cuando caben 32. Lo que no ha cambiado con respecto a otras etapas es el haber sido el último en despertarme. ¡Es una gozada esto de hacerlo corriendo!
Disfrutando como un enanoUna vez llegué a Somport, me ajusté la mochila y a buscar la primera flecha amarilla. Ésta se encuentra al lado del albergue Ayssa. Andarás 4 metros por la carretera y ya cogerás un desvío directo al monte. Es un lujo empezar por unos senderos así, descendiendo por verdes laderas bajo la atenta mirada del Pico Aspe (2640 m), entre otros.
Al salir de Somport (1668 m), casi todo el terreno es en bajada donde puedes dar rienda suelta al jabalí que llevas dentro. Es una etapa muy amena ya que tienes los pueblos muy seguidos. El primero en hacer acto de presencia es Canfranc Estación. Me trajo "gratos" recuerdos, aquí es donde finalizó mi rocambolesca aventura en la Senda de Camille.
El tramo que une las 2 Canfranc (4,4 km) es espectacular. Vas paralelo siempre al río Aragón, zigzageando por bosques cerrados y de vez en cuando te encuentres con pequeños regalos en forma de cataratas o pozas. Me dan unas ganas increíbles de sumergirme pero lo dejaré para otro momento.
¡Todo un lujo!
Una vez abandonas esta última localidad, ya pierde un poco su encanto el paisaje pero entonces recuerdo etapas llanas de Palencia o Burgos y mis ojos se vuelven a iluminar.
Cuando pasas Villanúa (15,8 km) estar atentos a la sindicaciones. Yo iba paralelo al Ecoparque el Juncarral y casi no me doy cuenta de la bifurcación que marcaba cruzar al otro lado de la carretera. Salvo este incidente, que fue despiste mio, tengo que decir que la señalización es perfecta. No me la esperaba así, sabiendo de la poca afluencia de peregrinos. Muy gratamente, me equivocaba. Está marcado continuamente por flechas amarillas, marcas del GR, conchas y señales con información, entre ellas, las de la Ruta del Santo Grial. Es una ruta circular de 155 kilómetros que prometo hacer en un futuro no muy lejano. Lo que más me gustó son las placas de metal que hay al principio de cada pueblo. En ellas te explica un poco su breve historia, la relación con el Camino de Santiago, los kilómetros que te faltan para llegar y sobretodo, la distancia hasta el siguiente núcleo rural.
Ya queda menos...
Después de atravesar la bonita localidad de Castiello de Jaca (22,6 km), solo queda el tramo final. Cuando ya se empezaba a vislumbrar los primeros edificios, aparece la única cuesta del Camino. No os asustéis, en cuanto lleguéis arriba, os estará esperando Jaca y un parque con su correspondiente fuente.
Esta vez decido quedarme en el otro albergue de peregrinos que hay, Casa Mamre (11€). Como dice mi madre: - Hay que dar de ganar a todos-. Es un albergue muy grande pero también pensado para otras actividades por lo que el ajetreo por el día es constante. No me importa, lo prefiero a la soledad de otros.
La tarde la disfruto paseando por Jaca y aprovechando que es fecha de mundial, viendo algún partido de fútbol. Grato recuerdo me deja el Restaurante la Campanilla que bajo su eslogan "Patata y caña, la mejor de España", me invita a pasar y razón no le faltaba. Buena ración de hidratos para finalizar la jornada.
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andandaeh
10/07/2018