Vaya por delante que ya ha pasado una semana, pero es que la vida no da para todo. Trabajar, la compra semanal, las extraescolares de los niños, entrenar, leer.... La vida no da para todo. ¡Y eso que me propuse escribir más a lo largo de este año! A ver si lo consigo :-)
El 29 de Enero, festividad de San Valero y festivo en Zaragoza se celebra la Carrera del Roscón, una 10K popular. Este año iba a ser mi segunda participación, y creo que tercera 10K de mi vida. Es una distancia que no me termina de convencer por lo explosiva que es. El año pasado la corrí en 39'45". Este año llegué más o menos con las mismas sensaciones, aunque un año más viejo, y mi objetivo era volver a bajar de 40'. Corrimos 9 miembros del club, uno de ellos (Quique) llevando el globo de 45'. Yo por mi parte, iba a salir a repetir el del año pasado pero no siguiendo al globo de 40' sino siguiendo a Juan Romero, quien como parte del entreno iba a hacernos de liebre a unos cuantos del grupo que entrenamos con él.
3,2,1... go!
Poco hay que contar en este tipo de carreras. Coges un ritmo, y si puedes lo sigues. Y sino, no. El año pasado en el kilómetro cinco me veía tan fuerte que pensé que si en el siete seguía igual, iba a acelerar. Cuando llegué al siete, no solo no aceleré, sino que me costó lo mío mantener el mismo ritmo hasta el diez. Pero lo hice.
Este año empecé al mismo ritmo de 4 min/km, pero en el kilómetro cinco ya vi que no iba a poder mantenerlo. Había desayunado bastante (lo que se conoce en nuetro club como "hacer un Toledo") y creo que lo iba a pagar. Juan y el resto se me iban, y todavía quedaba la mitad. Aflojé un pelín. Descarté intentar unirme de nuevo al grupo. Hubiera reventado. Seguí a mi ritmo y la verdad es que se me hizo duro. Los kilómetros siete, ocho y nueve me salieron a unos 4'15". El último saque fuerzas de donde pude y volví a los 4'. Los últimos metros, viendo el cronómetro de la meta acercándose peligrósamente a 41 minutos lo di todo y entré en 40'55".
De entrada, no haber bajado de los 40 me pareció un drama. No lo encajé bien. Lo vi como "un fracaso". Pero a la que recuperé el aliento (hablamos de un minuto después) y la sangre llegó de nuevo a la cabeza, ésta se puso en modo positivo y realista. Bajar de 41 minutos es un tiempazo. ¡Que ya no tengo 30 años! ¡Ni 40! Además, hay días y días. Y ese no estaba al 100%. Supe dosificar. Me vi el problema y lo gestioné bien. Mientras escribo esto, no doy crédito a que durante un minuto pudiera estar viendo como un fracaso haber corrido 10 kilómetros a una media de 4:05 en lugar de a 4:00. En fin... ¡Que país!
Equipo al completo antes de salir
Juan tirando del carro
yo, sufriendo...
Quique con Fran y Marcos
Objetivo cumplido
mis parciales