Después de probar varias distancias en carreras de asfalto, llegué a la conclusión que mi preferida es la maratón. La distancia reina es la que mejor se adapta a mis cualidades y con la que más disfruto. Así que era indispensable inscribirme a la "Maratón de Valencia", denominada la mejor de España.
Una vez inscrito, empecé a investigar que otros locos de Zaragoza iban a ir, y como era de esperar, una gran cantidad de amigos de Corredores del Ebro, Grupo 7:45, Cadrete Running y de mi propio equipo ANDANDAEH estaban ya inscritos. Un de los motivos por lo que este deporte engancha es por eso mismo, porque somos una gran familia y nunca vas a estar solo en un evento.
Aprovechando las buenas sensaciones que me dejó la "Maratón De Zaragoza", seguí con el plan de entrenamiento para llegar en condiciones a la cita mediterranea. Con todo lo inconstante que soy a la hora de entrenar, a esta carrera llegaba con los deberes hechos.
Llegó el día previo y pusimos rumbo a Valencia 11 mañicos con ganas de dar guerra. La feria del corredor ubicada en la Ciudad de la Ciencia y las Artes era espectacular por lo que se presagiaba una carrera aún más impresionante.
El día amanecía fresquito pero perfecto para afrontar más de 3 horas corriendo. Solo llegar a las cercanías se notaba la magnitud de tal evento. 24000 almas compartiendo nervios y alegrías. Mi cajón estaba formado por los corredores que tenían previsto hacer tiempos entre 3 y 3:30. La aglomeración era tal que desde que empezó la carrera hasta que pasé yo por el arco de salida pasaron 4 minutos. Hasta pasado los primeros 10 kilómetros no pude empezar a correr a gusto ya que era un continuo adelantamiento de personas. Los cambios de ritmo a los que te ves sometido sabía que me podían pasar factura y así fue. No me canso de repetirlo, hay personas muy poco solidarias con los demás, cada uno tiene que ser consciente de los tiempos que va a hacer y con respecto a ello, ubicarse en la posición correcta a la hora de dar la salida, así no repercutes negativamente sobre los demás compañeros.
Mi idea de carrera era llevar un ritmo constante entre 4:20 y 4:25 el kilómetro. Siempre había corrido con liebres o compañeros pero esta vez era la primera en la que iba a ser mi propio reloj. Después de unos primeros kilómetros muy lentos debido a la aglomeración, empecé a marcarme un ritmo más o menos constante hasta que llego el 30. Nunca me había encontrado al Hombre del Mazo pero si, efectivamente, detrás de la pancarta de 30, ahí estaba él, agazapado y con ganas de abrazarme. Fue tal el abrazo que 10 minutos después me tuve que parar. Nunca antes lo había tenido que hacer pero esta vez lo necesitaba. El dolor no era especifico, sino una sensación general de mal estar que hacía que cada cierto tiempo tuviera que andar y así durante los últimos 10 kilómetros.
Como buen aragonés, nuca se me pasó por la cabeza abandonar, cueste lo que cueste iba a llegar. Además, la afluencia de público era espectacular hasta tal punto que había tramos de la carrera que teníamos que ir en fila india. Cada vez que me paraba me "echaban la bronca" de forma positiva y me veía obligado a emprender el trote otra vez.
Después de una hora interminable por fin me adentré en la recta final. Un decorado espectacular que transcurría por el medio de los 2 lagos de la Ciudad de la Ciencia y las Artes con una multitud ovacionandote como si fueses el mismísimo ganador.
Al final acabe en 3 horas y 19 minutos, muy por debajo de mis pretensiones y con sensaciones dispares. Soy consciente de que he formado parte de un evento impresionante pero con la espinita de no haberlo disfrutado como hubiera querido (Sobretodo la entrada a meta ya que estaba desfondado).
Pero eso no quita que ha sido un fin de semana perfecto rodeado de grandes amigos que, como no, acabó con una gran comilona en el Pipol Asador, un restaurante totalmente recomendable y a muy buen precio.
Enhorabuena a todos; ¡Somos FINISHERS y eso nadie nos lo puede rebatir!
¡Va por ti PRIMO!
Tiempo: 03:19:18
Clasificación general: 2574 Participantes: 14065