Vaya por delante que tres días antes de la carrera no me había apuntado. Y no es que no me decidiera, no. Es que no entraba en mis planes una media maratón en estas fechas. Pero mira tu como son las cosas, que se cancelaron un par de temas que tenía para el fin de semana y me quedó el domingo por la mañana libre y en Zaragoza. Una extraña conjunción que, añadida a que unos cuantos del club iban a ir a Huesca... me hizo decidir. El viernes me apunté.
Llevo apenas un mes entrenando en asfalto. Tengo molestias musculares en el glúteo y en el muslo derecho. Me siento algo pesado. No estoy en el momento de forma en el que espero estar a finales de febrero para correr la Maratón de Sevilla. Pese a esto, decidí ir. A correr y a disfrutar. Al tiempo que saliera. Sin presión. La media de Huesca es la primera media maratón que corrí, hace ya 4 años. En 2010 empleé 1h37, y estaba bastante en forma. Esta vez, 4 años más viejo y sin entrenar... me conformaba con bajar de 1h40.
El domingo a las 08:15 me recogió Gorka y nos fuimos a Huesca. Allí nos encontramos a Quique con su familia. Quique me dijo que más o menos iría como yo, sin apurar. Gorka salía a ver si bajaba de 1h30. La mañana era fresca, pero con sol, un día ideal para correr.
Dos vueltas a un circuito de 10.5 Km. Salimos. Cada vuelta tiene una parte inicial que recorre las calles de Huesca durante unos 3 Km. Es un tramo con bastante animación. Depués el recorrido sale a una zona de polígonos con largas y tediosas rectas, y vuelve al punto de partida. La parte de la ciudad es eso: animada. La parte del polígono es eso: aburrida y tediosa. La primera vuelta la di con Quique. La segunda, me vi animado y apreté un poco el ritmo. No me dolía la cadera (apenas) y sólo tenía una ligera molestia en el pie. Corrí solo, intentando no bajar el ritmo en los últimos y aburridísimos kilómetros por el polígono, antes de entrar en Huesca y afrontar la recta final.
Entré con un crono de 1:32:44. Ni en mis mejores sueños me podía haber imaginado este tiempo. Eso sí: por la tarde mis piernas eran un poema. Una bonita forma de pasar un domingo por la mañana. Un paso más hacia Sevilla.
Hoy ya estoy mucho mejor :-)
Yo, a pocos metros de la meta
Gorka, la máquina.
Quique, fresco como una rosa
Equipo Andandaeh en la media maratón de Huesca 2014