El trío calavera del Andadaeh Team formado en está ocasión por Quique, Marcos y un servidor, aka por estos lares Juanito, se ponen rumbo a la capital del recién estrenado Reinado de Felipe VI. El primer susto nos lo llevamos con los atascos propios de la A6 en hora punta de viernes tarde. Movimientos lentos e hileras de coches rumbo al frenesí del weekend y nosotros "recalculando ruta" cada vez que veíamos que no llegamos a la entrega de dorsales. Con que cara de nabo le explicas a todo el mundo que no has llegado siquiera a la entrega de dorsales. Nadie se va a creer que no hemos llegado a recoger un dorsal de una carrera de más de 110 km y 5000 m de desnivel positivos por un asunto de "atasco a las 15 h" como si fuese una película de Alfredo Landa. Y que decir tiene la conducción del mismísimo Kimi al volante, conductor respetuoso a la vez que gran runner, con tez tranquila y pausada nos dejo a Quique y a mi a las orillas del origen de nuestra gran maldad que estaba a punto de germinar...NAVACERRADA.
Después de disfrazarnos, untarnos de vaselina, tiritas, esparadrapo y algo de colonia por aquello de "por si acaso" nos alejamos del parking del hotel con seriedad y algo de nervios...bueno, más que nervios en mi caso diría que casi acongojamiento, madre mía como las preparas. Y allí estamos los tres viendo la pose del resto de corredores a ver que tal pinta llevan, si están muy fuertes, si haremos mucho la risa, que materiales llevan... y pumba, nos encontramos a Manuel Entretenium y y así hablando de todo un poco, de tramos del recorrido y de tiempos de finalización parece que la tendencia estaba en hacer sub22 por aquello de ir a la Western States 100 miles, yo lo que tengo claro es que llevo dos frontales por si acaso hay que enfrentarse a dos noches.
Se acerca la hora y a eso de las 22 entramos al "cajón" sin control alguno de material, pero dado el tipo de carrera y dureza, ay del pobre que no lleve todo lo que te dice la organización! Nos situamos a 5 metros de la cinta de salida y Pum! Todos a correr, con medio pueblo en la calle aplaudiendo, el otro medio yo creo que estaba de terraceo que es lo que mola, spain is diferent, y venga venga a subir. Mucho polvo y muchas piernas, lo del polvo para mí sería un problema durante toda la carrera, uno tiene ya una edad y unas rarezas, que se le va hacer,...Y de repente a los 6 km de carrera la cuesta ya no tiene nombre, el final sí: MALICIOSA (2.227m), titulo propio de novela negra con muchos asesinatos, mucha sátira y mucha sangre, y la subida era fiel a todo esto. Mil y pocos metros de desnivel positivo en 8 km, yo miraba hacia atrás y todo el mundo subía superfuerte y cuando miraba hacia arriba el que tenía adelante se me escapaba, moraleja, en una ultra no hay que mirar atrás. Subimos y subimos y aquello parece que no acaba, no llevo ni 8 km y voy empapado, sediento y con mareos hasta que oigo una gran verdad como un templo: "En una carrera de estas te da tiempo a pasar por todas las fases anímicas...pero varias veces además". Así que con Marcos a 100m y con Quique más cerca de Cuenca que un servidor llegamos arriba y empieza lo que es el descenso a la zona de Canto Cochino. Las vistas desde arriba aunque sea de noche son espectaculares, luces y luces propias de una gran ciudad. En la bajada, bastante técnica, me adelanto un poco de Marcos y sigo prácticamente en soledad hasta el Pto de la Morcuera, incluso durante unos 7 km no tengo a nadie a mi alrededor, y eso que llevaba colonia, recuérdese.
Así que visto y no visto sale el sol, cantan los pajarillos, las nubes se levantan y nos encontramos cambiándonos de camiseta en Rascafría (1.166m2) a eso de las 8:15 de la mañana. Parece ser gracias al intercambio de unos escuetos wasaps que Quique acaba de salir de este avituallamiento. Que pereza da sacar el móvil en este tipo de carrera, cualquiera que me conozca pensará que es mentira, pero no no, cuando dejas de correr tienes la sensación de que tienes que hacer tantas cosas que hasta te estresas. Yo decido cambiarme rápido, picar algo de comida y no tumbarme, veo mucha gente tumbada en este punto, cerca del km 55, que dice palabras como "que le den por culo me quedo" " no tengo la cabeza para continuar" "buf, que pereza seguir", es como un canto de sirenas varadas en la arena haciendo movimientos sensuales para que que te quedes allí con ellas...pero no no, hay que salir de ahí como sea, así que pongo la mochila y zas! aparece Marquicos. Decido esperarlo y salir de ese limbo los dos juntos, por aquello de que en una Ultra 1+1 son 3, y en estos momento se trata de sumar todas las fuerzas posibles.
Salimos rumbo al Reventón (2037 m), a que es gracioso su nombre eh! pues eso, Reventón, como el Lamborghini, pedazo de cuesta, buena eso sí, por pista china chana, no hay más, y cuando nos queremos dar cuenta y después de caminar por lo alto de esa sierra durante unos 8 km llegamos a lo alto del Peñalara (2.429 m).
Mucha gente y mucho ambiente en la cima, en este tramo se coincide con gente de la 80 k, incluso llegamos ver al primero sentado en una piedra un poco mareado. Es Marcos quién le da ánimos y le pregunta que tal va, y no es hasta que lo adelantamos una segunda vez cuando nos damos cuenta que es la cabeza de carrera del 80k, y el segundo ni aparecía, menudo ritmo llevaba el colega. Lo vemos resurgir de sus cenizas y vuelve a salir disparado. Nosotros en la cima nos hacemos las fotos de rigor, gracias a un conocido de Marcos no pierdo una lentilla y vemos a lo lejos La Granja (1.241m), así que manos a la obra, son otros 8 km de bajada. Al llegar a este avituallamiento aún estamos animados, llevamos 80 km y nos quedan uno 13 km hasta Casa de la Pesca, 8 km según la organización, no entendemos aún porque no corrigen este gran fallo que se arrastra ya de años atrás.A estas horas el calor ya aprieta y a mí se me hace muy pesado ya todo, las ganas por terminar ya son horribles, el paraje es muy chulo, todo el rato por la margen derecha del río, a la sombra, un camino agradable. Al llegar a la Casa de la Pesca (1435m) nos encontramos con Carlos y con Gabino, conocidos de Marcos, gracias a ellos enfrentamos con ganas la última gran subida al Puerto de la Fuenfría (1792), fue todo un lujo, de verdad. Poco a poco vamos subiendo y se va juntado con nosotros más gente amigos de Gabino que le vienen a acompañar en este tramo final, y así con todo llegamos a Puerto de Navacerrada (1862m). Punto Negro de Marcos donde el año pasado le atraparon las sirenas con sus cantos. Este año vamos fuertes, somos muchos y estamos más preparados y en un visto no visto nos vemos llegando a La Barranca (1380m), sólo nos faltarán unos 5 km, es de noche otra vez y que ganas de acabar, que calambres, que dolor de tripa, que dolor, que me mueeeero... pero no, asfalto! tocamos asfalto, y cuando el suelo se convierte empedrado la piel se te pone en modo gallina, me giro y miro a Marcos y empezamos a correr, se oye el bullicio del pueblo, megafonía, coches, luces de bares, ventanas con vecinos cenando y claro...se puso a llover. Ya me daba igual mojarme, el frío y el desastre de la roja, y que llevásemos más de 24 horas moviéndonos. Ya se veía el cartel de meta y eso después de 114 km más o menos os puedo asegurar una cosa...que es una pasada.
Por fin respiramos tranquilos, gran abrazo a mi gran compañero de batalla Marcos, medalla y a correr otra vez para poder cenar caliente en algún sitio de Navacerrada a esas horas y sin ducharnos, la colonia a estas horas ya os podéis imaginar donde estaba.
Una gran prueba, una gran experiencia y unos grandes compañeros de carrera y por supuesto un gran club de amigos y espartanos Andadaeh´s. Todas estas cosas te empujan en las cuestas, te sujetan en las bajadas y te mueven las piernas en los llanos. A todos ellos, mil gracias. Y una mención muy especial a la gran sufridora de mis horas de entreno, escapadas al Pirineo, horas en tiendas de material deportiva y a estas alturas gran conocedora de blogs de corredores, carreras y videos de trail en youtube, mi gran compañera Ana, mil besos.
Juan Maicas