Seguimos recorriendo el territorio nacional en busca de las mejores Ultras que se celebran en España, completarlas y así poder intentar conseguir el sueño de participar en una de las mejores a nivel mundial: Ultra-Trail de Mont-Blanc. Sopesando varios aspectos, opté por inscribirme en Penyagolosa Trails y la verdad que fue todo un acierto.
Esta carrera consta de un recorrido de 116 km y 5400 D+. Parte de Castellón de la Plana a nivel del mar y finaliza en el punto más alto de la provincia, situado en el santuario de Sant Joan de Penyagolosa (1830m). Entre los muchos alicientes que tiene es que está englobada dentro de los circuitos de "Spain Ultra Cup" (el cual yo quiero completar este año) y "Ultra Trail World Tour". Además de ser sede mundialista en el 2018, por lo que se iban a concentrar la plana mayor del trailrunning.
Debido a esta repercusión, la inscripción está bastante complicada. Va por sorteo, en el cual yo no tuve suerte. Me quedé en la lista de espera pero el karma me tenía guardada una segunda oportunidad y al final entré. ¡Era uno de los 600 afortunados!
Una vez supe que estaba dentro, sabía que mi buen amigo Fernando tenía su pueblo muy cerquita: Almenara. Le propuse pasar un fin de semana por sus tierras y no lo dudó ni un momento (Sobra decir que María y "Los Pantojos" también se subieron al carro rápidamente). Muchos de sus familiares y amigos pertenecen al "Club Xtrem Almenara" por lo que no me iban a faltar compañeros de aventura.
Llegó el día de la verdad. Tengo que decir que aunque venía mejor preparado que nunca, tenía mis ciertas dudas. El sábado anterior, en una quedada con los compañeros "Runners del Moncayo", se me formó una ampolla bastante seria justo en la planta del pie. Aunque la había curado a lo largo de toda la semana, tenía miedo de que ante cualquier piedrecilla intrusa, volviera a reaparecer.
Entre dudas e incertidumbre, nos plantamos en la linea de salida a ritmo de Hip-Hop, el rapero aragonés Salva Rambla ha creado un tema con el que es imposible no salir enchufado ¡A por todas! Antes de empezar, oteo el horizonte en busca de caras conocidas y como no, en toda cita importante siempre hay maños presentes. Ahí estaban Borja y Fernando de "Correcaminos de Alfindén" y Rubén de "Corredores del Ebro". La carrera empieza a las 12 de la noche y siempre se agradece realizar las horas nocturnas acompañado.
Reponiendo fuerzas en Vistabella (88km)
La estrategia de carrera estaba clara. Ir de menos a más y no acabar arrastrándome los últimos kilómetros como me ha pasado en otras ultras. La particularidad de este trayecto es que empieza a nivel del mar y según van transcurriendo las horas, el desnivel se vuelve más exigente. Los primeros 57 kilómetros son muy "corribles". Hay que tener mucha cabeza, no dejarse llevar y saber dosificar las fuerzas por mucho que al principio el cuerpo nos pida ir más rápido.
Con esa misma filosofía partía Borja, que el año pasado ya participó y sabía de lo que hablaba. Así que formamos el dúo calavera y emprendimos el camino juntos. La noche era fresquita pero muy agradable para correr. Con el terreno favorable y la espectacularidad de sus avituallamientos, las primeras horas se hicieron muy amenas. Me quedé alucinado con la cantidad de gente que nos esperaba en Borriols, la discoteca improvisada en la Bassa de los Orenetes con muñeco hinchable incluido y la espectacularidad del castillo de Sant Miquel de les Torrecelles. Una noche mágica.
En el descenso hacia Atzeneta se nos hizo de día. Tenía unas ganas increíbles de quitarme el frontal. Me resulta muy molesto correr con él y fue toda una liberación librarme de su presencia. Tomamos un caldito para entrar en calor y a partir de aquí la carrera se iba a poner seria.
La subida a Benafigos, aunque presentaba el primer desnivel serio, aún era llevadera. Una vez llegáramos al pueblo, tendríamos completado la mitad del recorrido (57km). De momento la sensaciones eran muy buenas, incluso en las subidas me despegaba un poco de Borja pero luego en los avituallamientos nos volvíamos a reagrupar. A mi me gusta subir a un ritmo constante y exigente ya que las bajadas siguen siendo mi talón de Aquiles y es donde más lento voy.
Así, casi sin darnos cuentas nos acercamos a Culla, donde todos los corredores nos decían que era la parte más dura y no les faltaba razón. Ante nosotros teníamos una subida bastante dura, con 600 metros de desnivel en apenas 2 kilómetros. Lo que se denomina un muro. Pero para ser sincero, a mi se me hizo mucho más duro el descenso anterior. Un largo recorrido en zig zag por una estrecha senda llena de piedras sueltas que se me hizo eterno. ¡Si alguien tiene el secreto de como bajar sin miedo, por favor que lo comparta conmigo!
En Culla teníamos el primer avituallamiento completo donde poder recargar fuerzas a base de pasta, incluso para los más exóticos, tenías la opción de un guiso de pescado. He de recalcar que los puestos estaban perfectamente suministrados a lo largo de todo el recorrido. Una gran cantidad de dulce, salado y geles a tu disposición que hacen la delicia de todo corredor. En mi caso, es una perdición. Es tal el mejunje que preparo en mi estomago que no se como aún no ha explotado un día de estos. Me acorde de lo que me dijeron los compañeros de Almenara antes de la carrera: ¡Cuidado con las galletas con tropezones de chocolate, son adictivas! Y vaya si era cierto, un poco más y compro acciones al fabricante de lo buenas que estaban.
En este punto teníamos la bolsa de vida, así que después de cambiarnos de ropa, emprendimos la marcha con fuerzas renovadas. Supuestamente, lo más duro había pasado pero ahora empezaba la lucha contra la fatiga acumulada. El tramo era muy favorable y como me veía con fuerzas, decidí adelantarme y dar rienda suelta a mis piernas. La estrategia de ir de menos a más estaba funcionando. No paraba de adelantar corredores y eso me insuflaba más energía aún.
Entrada a meta
Pero para energías la que obtuve en Vistabella (88km). Nada más entrar en el pabellón me encontré con mi padre y Fernando que estaban como locos esperándome. Por un momento me sentí como un corredor de élite cuando le están esperando su fisio y entrenador para abastecerle de todo lo que necesite. Que inyección de moral es recibir tantas muestras de apoyo. Como todos sabéis, en estas carreras la mente tiene un papel importantísimo y todos estos detalles son los que deciden el devenir de la prueba. Atrás dejamos una sonora ovación por parte del público para volvernos a adentrar en la soledad de los senderos.
En Xodos (97km) nos íbamos a juntar con los participantes de la carrera "corta" (MIM 63km). Este fue otro de los momentos que más me encantó. Los compañeros con los que nos cruzábamos de la otra modalidad te recibían como si fueras un héroe. Aplaudido y vitoreado por el speaker, era imposible no llegar con una gran sonrisa de oreja a oreja pese al cansancio acumulado.
La climatología nos había respetado en todo momento. El calor hacia acto de presencia pero era llevadero. Y todas las indicaciones que nos decían que según nos acercáramos a Penyagolosa iba a hacer mucho frío, no se estaban cumpliendo. Los últimos kilómetros llegué bastante tocado, siempre se me atragantan. Menos mal que estaba Borja y me obligaba a no dejar de trotar. En caso de afrontar este tramo en solitario, seguramente lo hubiera hecho andando.
Aquí nos juntamos con un compañero vitoriano y entre charlas y risas (Aunque yo aquí ya no estaba muy por la labor de hablar) nos ocurrió algo espectacular. A escasos metros de nosotros se nos cruzó una manada de venados con unos cuernos imponentes. Fue algo mágico, eso si, pasaron olímpicamente de nosotros...y menos mal.
La meta se acercaba, íbamos a conseguir llegar antes de que anocheciera que era uno de mis mayores temores. Cruzamos la meta exultantes y con la sensación de haber hecho un carrerón. Ha sido una experiencia brutal y seguramente la ultra con la que mejor sensaciones he acabado. Todo esto no hubiera sido posible sin la compañía de Borja, ha sido un placer compartir esta larga experiencia contigo.
Dar la enhorabuena a la organización y voluntarios. Tenéis una prueba espectacular en donde cuidáis hasta el más mínimo detalle. No es de extrañar que hayáis sido elegidos para albergar el Mundial en 2018, os lo merecéis.
Reponiendo fuerzas en la Tasca "El Cau" (Almenara)
Dar las gracias a mis compañeros de ANDANDAEH que aunque no estaba ninguno presente siempre están muy pendientes de mi. A los compañeros del Club Xtrem Almenara que me han tratado como uno más y sobretodo a mis "Pantojos", Fernando y María por su apoyo incondicional, la celebración post-carrera ha sido de sobresaliente.
Otro sueño más cumplido, este año está siendo muy gratificante. Me siento más fuerte que nunca y tengo que aprovecharlo. No hay quien me pare.
!Va por ti PRIMO!
Tiempo: 18:52:56
Clasificación general: 125
Clasificación por categoría: 56
Tricas
Carreras de montaña
25/04/2017