Trail Aneto (2 caras)

Jordi
Carreras de montaña
23/05/2015

Vaya por delante que el Aneto era mi principal objetivo de este año, y... ¡PRUEBA SUPERADA!
El viernes por la tarde me fui a Benasque con Fran (andandaeh). Nos dimos una vuelta por el pueblo, vimos algunas tiendas - entre ellas la de Barrabés, en la cual estuvimos babeando un rato por los productos y precios que tienen- y nos sentamos en una terraza en la zona de salida/meta, hasta que llegaron Pablo y Marcos, con quien también íbamos a correr el sábado. A las 10 me fui a la habitación del hotel, me comí una pizza mediana (eso ponía en la carta, aunqué yo creo que era grande) y me tragué la inauguración de los JJ.OO. casi entera antes de dormirme.

Al día siguiente recogimos el dorsal y nos fuimos a la zona de salida. Me mosqueaba ver que mientras nosotros llevábamos nuestra mochila de 5 kilos cargada en la chepa, muchos corredores iban con una mochililla en la que no cabía ni la mitad del material obligatorio. Me preguntaba como iban a pasar el control de mochilas y material. Estaba clarísimo que incumplían. Les pillarían. Fijo! Pues resulta que el control era tan simple como entregar un papel a un chico en el que firmabas que llevabas todo lo obligatorio. Ni te miraban la mochila por fuera. Pues ala, allí estábamos en el redil cargados como mulas, mientras otros (listos) iban más livianos que una gacela. Que pardillos somos...

A las 11:00 petardazo y salida. Salimos muy conservadores. Fran el que más (la experiencia es un grado) y Marcos el que menos (es joven y con ganas). 67 kilómetros por delante y casi 4000 metros de desnivel positivo asustan. Corrimos juntos hasta atacar el primer collado, más o menos hasta el kilómetro 14. Allí nos separamos. Pablo se fue por delante y Fran y Marcos se quedaron atrás. La subida fue muy incomoda. Piedras sueltas, tierra, terreno muy machacado... Llegué al collado de Ballibierna, comí algo y bajé con Pablo y un amigo suyo. A media bajada nos despistamos y se me fueron por delante. Hasta el siguiente control (km 24) lo pasé mal. Iba sin ganas y cansado. Algo fallaba. Paré, bebí medio litro de agua con sales y carbohidratos y seguí andando veinte minutos. Parece que es lo que me hacía falta, pues fue llegar al control y empezar a correr de nuevo a buen ritmo durante los siguientes 8 kilómetros. A partir de ese punto empezaba una subida cada vez más pronunciada que culminaría 12 km y 1100 metros de desnivel después. La primera parte, 9km, fue bastante tranquila. La segunda, los últimos 3, un horror. El terreno era en principio más cómodo que el primer collado, pero se llegaba cansado. Un camino marcado, en zig-zag, sin muchas piedras... pero con un desnivel rompedor. Para mas inri, no paraban de oirse truenos. Amenazaba un tormentón del quince. Me puse como objetivo llegar arriba y poder bajar antes de que anocheciera. Durante la subida llovio. Granizó. Fue duro. Andaba, apoyándome con los bastones, cargando la mochila que cada vez pesaba mas, y empapado... Vi a Pablo que ya bajaba del puerto. Charlamos un momento y me dijo "Te quedan unos 15 minutos. Ánimo". En un cuarto de hora llegué arriba, pasé el control y no me quedé ni 10 segundos. Todavía era de día. Tenía prisa: media vuelta y hacia abajo. Sorprendentemente las piernas me respondieron muy bien, por lo que empecé a correr. Me crucé a Fran y a Marcos. Charlamos un momento y les dije "Os quedan unos 15 minutos. Ánimo". Bajé/corrí hasta el valle bastante rápido y allí ya tocó ponerme el frontal. Vi a gente que empezaba a subir entonces. Jodeeeeerrr... vaya marrón los pobres! Les miraba, pensaba en lo que les quedaba y eso me animó. No se si está bien pensar así, alegrándome de los marrones ajenos ya superados por mi, pero me animó. Yo ya había sufrido lo que les quedaba a ellos, y ahora, salvo un repecho, para mi era casi todo bajada. Bajada técnica, de noche y mojada, pero en el fondo: bajada. Llamé a Ana sobre las 22:30, cuando me quedaban unos 15 kilómetros para la meta.
A la una menos diez, en las afueras de Benasque ya había gente aplaudiendo y animando. La entrada en la plaza fue un momento inolvidable. Pese a ser casi la una de la madrugada, un montón de gente gritando, animando y aplaudiendo hicieron que las pocas fuerzas que me quedaban se concentraran en el estómago en forma de cosquilleo, y de allí recorrieron las piernas, los brazos, la cabeza... En fin que se me puso la piel de gallina.
Me fui al hotel, me duché y volví a la linea de meta con Pablo para ver como llegaban el resto de corredores. Recibimos a Fran y a Marcos con una gran ovación y aguantamos allí hasta casi las tres de la mañana.

Fueron 13 horas y 55 minutos de aventura repartidas en un sinfín de sensaciones (bienestar, dolor, sufrimiento, euforia...) tal y como me lo esperaba. Lo que está claro es que en una prueba de este tipo, la preparación física es necesaria, pero no suficiente. La cabeza también cuenta mucho para terminar.

Hace un tiempo leí en una web de ultracorredores una cita que se me quedó: You know you're an ultrarunner when you don't finish on the same day as the winner. Traducido: "sabes que eres un ultracorredor cuando no terminas el mismo día que el ganador". Conseguido!

Aquí os dejo unas fotos, y como novedad en el blog, un video.

El recorrido. Benasque-Ballibierna-Picada-Benasque. La tarde anterior, en el podium Minutos antes de la salida: Pablo, yo, Marcos y Fran Ambiente general en la salida Primeros metros, saliendo de Benasque Una cuesta Otra cuesta Subida a Ballibierna Con Pablo en Ballibierna Marcos a tope! Llegada Mis pies después de la carrera Al día siguiente, seguia llegando gente (de la de 97Km) Los 4 Finishers Vuelta a casa. Ya soy un ultracorredor de montaña.

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