Pasados ya varios días desde la Trans Montesblancos Trail de este año y con la cabeza ya de vuelta a la calma, solo puedo decir que todo salió perfecto en cuanto a rendimiento pero que es la carrera que mas dura me ha resultado hasta la fecha, y eso que no era novato en ella.
Este año volvía 2 años después a correr la distancia reina de la TMT, la prueba de 50 kilómetros que transcurre por la zona de los Monegros saliendo de La Puebla de Alfindén, y viví junto al resto de compañeros que tomaron la salida una auténtica aventura donde el clima fue el verdadero rival a batir ya que nos hizo de todo, convirtiéndola en una de las ediciones más épicas de la historia de la TMT, a la altura de la famosa primera edición donde casi todo el mundo abandonó por culpa de las altas temperaturas.
A la una del mediodía tomábamos la salida 4 compañeros del equipo Andandaeh: Gorka (el bruto de él venia de haber corrido y ganado por equipos la Ultra Trail de Jaca el fin de semana anterior), Pablo y Vanesa (única chica participante en la prueba de 50 Km), no todos llegaríamos a meta pero eso no quita méritos, porque solo llegar a tomar la salida de esta carrera requiera mucha fuerza de voluntad y una cabeza muy bien amueblada.
La carrera se divide en dos bucles de 25 Km cuyo nexo de unión es que vuelves a pasar por el arco de salida en La Puebla en el Km 25, donde se realiza un control de tiempos de paso. Este primer bucle es muy corrible y pistero en un 90% lo que lo hace muy sencillo y llevadero, tanto como para correrlo bastante ligero (4:30-5 min/km) para ser una prueba de esta distancia y características, sin acusar demasiado el calor, que ya rebasaba los 30 grados con amplitud acompañado de un sol de justicia, para completar el bucle en unas 2:07 y parando tranquilamente unos 5 minutos en el avituallamiento para comer y beber bien, antes de pasar por el control y afrontar el segundo bucle.
Conforme salí de la vuelta para afrontar los últimos 25 Km (recorrido que coincide con la prueba de 25 Kms ), recibí una bofetada de realidad brutal, al cambiar totalmente el perfil del terreno en comparación con el anterior bucle para pasar a un terreno con mucho mas sube baja transcurriendo por senderos abruptos y tener que aflojar el ritmo además de empezar a sufrir los efectos de un calor realmente agobiante en su momento álgido (eran las 3 de la tarde).
A partir de este momento, la gente que iba por delante mío empezaron a caer como moscas, se empezaba a retirar mucha gente por culpa del calor, en el Km 28 me encuentro a mis amigos Corredores del Ebro que van andando y ya me avisan de que se van a retirar, al mismo tiempo voy alcanzando y sobrepasando a mas gente mientras avanzo junto a otro corredor con el que nos vamos adelantando mutuamente durante un buen rato. En este rato en un avituallamiento me dicen que voy el cuarto, pero finalmente en el km 36 dejo escapar al compañero porque no me veo capaz de seguirle el ritmo sin la posibilidad de que me pase factura.
Tras estar cociéndome a más de 30 grados durante 40 km y tener que andar muchísimo para evitar molestias musculares, mientras estaba en el barranco comenzó a nublarse (cosa que se agradeció aunque solo fuera porque dejara de picar el sol), y esto dio lugar un buen rato de bochorno mientras subía ya hacia el Toro de Alfajarín y llegaba al último avituallamiento, de donde salgo ya con el siguiente corredor pisándome los talones (el llego cuando yo arrancaba).
Nada más salir del avituallamiento, empezó a caer una tormenta enorme en el km 45 que hizo convertirse el camino final entre Alfajarín y La Puebla en un verdadero río de barro. Es aquí donde a falta de un par de kilómetros, y andando mucho mas que corriendo por culpa de lo que se me cargaban piernas por el desgaste y el correr por el barro, me adelantó el corredor que me venía pisando los talones.
Al final fueron 5 h 26 min infernales pero muy satisfactorios con un Sexto puesto en la general y siendo el primero de mi categoría, continuando con la tendencia de las Crestas del Infierno y recuperando la confianza y la motivación que andaban un poco perdidas.
Por otro lado, antes de acabar me gustaría felicitar a la organización que fue de 10, a Hector Franco que por fin pudo quitarse la espina y participar en la carrera que ayudó a crear y además ganándola con holgura y sobretodo a mi compi Vanesa, que logró acabar la carrera a la que ninguna otra fémina se atrevió a enfrentarse este año,¡¡eres grande Hansen!!
¡¡Ahora ya solo queda ver que tal se da el Gran Trail de Peñalara (110 Km 5000 m+) el próximo día 25!!