Después de vivir una gran experiencia en la "Maratón de Tarragona", tocó descansar de forma breve. Demasiado breve diría yo. El caso es que ya tenemos a la vista el siguiente objetivo, correr la distancia reina en mi casa, en Zaragoza. Para ello, hay que seguir con los arduos entrenamientos. Uno de los más eficaces es probarse en competiciones más cortas. Con el beneplácito de mi entrenador, he podido participar en la "10k Cuidad de Cariñena".
Vaya por delante que este tipo de distancias no son gusto de mi devoción. Hace exactamente 2 años que no participaba en ninguna. Son carreras muy explosivas que no se gestionar. Soy de los que dicen que mi cuerpo empieza a carburar a partir de los 10 kilómetros....a lo que empiezo, ya he acabado.
Por otro lado, desde que entreno con Fernando, una de sus lineas rojas iba a ser restringir mi participación en pruebas sin sentido y centrarnos en los entrenamientos. Yo antes era de los que se apuntaba a todo, sin miramientos. Era ver un banner en Internet de una inscripción y ahí que iba yo. Esta vez le pillé con la guardia baja y accedió a dejarme. No es mi distancia favorita pero tenía que aprovechar la oportunidad.
He seguido la planificación de la semana como otra cualquiera salvo cambiar la tirada larga por la competición que nos atañe. Hemos reducido algo el kilometraje, cambiándolo por algo más de calidad, o eso creía yo. Mi misión era hacer los primeros 5 kilómetros en 18 minutos y luego vía libre.
En Cariñena ya participé hace 3 años. Sabía que el recorrido no era el más idóneo para hacer una gran crono. Es un trazado a 2 vueltas. En la primera parte de la carrera sales por un camino a las afueras bordeando la localidad hasta cruzar un puente con su correspondiente repecho. A partir de ahí una larga bajada desembocando en el centro del pueblo. Toca callejear con muchos cambios de ritmo. Incluso da tiempo a pasar por dentro de la Iglesia Fortificada de Nuestra Señora de la Asunción. Que pena ir tan rápido, no me dio tiempo a confesar todos mis pecados.
Nos presentamos con puntualidad en la cita y hay bastante más ambiente del que recordaba. Se nota que cada año, la afición por este deporte crece. En las postrimerías de la salida empiezo a ver caras conocidas. Muchos compañeros de la Escuela Rusa, Zenit, entre otros. Se nota que hay nivel. Es una concentración de galgos. Además, se celebra también una 5k. El pistoletazo inicial prometía.
Como me esperaba, salimos a toda velocidad. El primer kilómetro sale a 3:30. Primer error. Intento seguir la estela del compañero Jorge Gomez. A parte de medir 2 metros y ser fácil de distinguir, creo que va a llevar un ritmo acorde a lo que busco. Segundo error. A partir de aquí, dejo de contar errores.
¡Más feliz que una perdíz!
Cuando cruzamos el puente por primera vez, arrancamos la bajada y vuelvo a apretar. Creía que era buena idea, no me iba a desgastar. En las bajadas en Tarragona me funcionaba, ¿Aquí porque iba a ser al revés? Tengo que puntualizar un detalle. Teníamos un compañero de viaje nuevo, no muy desconocido por desgracia: el viento. Si en la zona del norte se dice que llueve 1 de cada 3 días, aquí nos pasa lo mismo pero con el cierzo. No es una excusa pero como se dice por estos lares: "No jode pero atormenta".
Cuando comenzamos a callejear es el kilómetro 4. Empiezo a pagar el esfuerzo extra. Tanto cambio brusco me descoloca. Mi respiración se entrecorta. Parece que el corazón quiera hacerse un hueco por mi garganta y salir escopeteado por mi boca. Los últimos mil metros antes de acabar el primer bucle se me va el ritmo a 4. Ya os podéis imaginar la debacle.
Sumando debacles y acelerones previos, consigo pasar los 5k en 18 minutos. Justo lo que había planeado mi entrenador. Había acertado en el cuanto pero no en el como. Ahora tocaba sufrir. Sabía lo que me esperaba y creo que eso era lo peor. Me mentalicé que no iba a salir mejor la segunda parte de la carrera.
Propuse un ritmo más estable, no por gusto sino porque no podía más. Me puse a rueda de Jesús, nacido en Cariñena. Es todo un clásico y sus vecinos no paran de vitorearle. Esto me da más fuerzas. Empiezo a encontrarme mejor. Al final si va a ser verdad que necesito un tiempo de aclimatación para empezar a rendir. Tengo el cuerpo echo para largas distancias. Cuando nos adentramos en la parte final, consigo adelantar a 2 atletas y ya se divisa la meta. Es extraño, casi no ha pasado tiempo pero ya estaba deseando verla. Esta misma sensación no la tengo al acabar una Ultra de 100km. Diferentes perspectivas.
Acaba la agonía. Fotos de Fartleck
Paro el cronometro en 35:39. Pese a las malas sensaciones iniciales, conseguí dosificarme y acabar bien. Quizá tenía en mente darle un mayor bocado a mi mejor marca personal vistos mis tiempos en maratón pero esto es otra batalla. El recorrido no era el más idóneo y el tiempo no acompañó. Pese a todo, estoy muy contento. Además me subí al podio como tercer clasificado categoría senior.
2 carreras este año, 2 podios. Igual tendría que dejarlo aquí para quedarme con estas buenas sensaciones. Lo que si se seguro es que tardaré un tiempo en volver a competir en un 10k. Ahora volvemos a centrarnos en el maratón. Recta final. ¡Allá vamos!
!Va por ti PRIMO!
Tiempo: 00:35:39
Clasificación general: 9
Clasificación categoría: 4