Aunque estoy en mi mes de “descanso”, tampoco es cuestión de abandonarse totalmente que luego cuesta mucho engrasar la maquinara. Así que me propongo no faltar a la cita de los miércoles con Andarines, y pensé que también sería bueno acompañar a Quique al Medio Maratón de Valdejalón en La Almunia. Una manera de hacer una tirada larga motivado.
Al final Marcos y Noelia también se apuntaron. Y allí nos encontramos con Isaías y Agustín, más Enrique y Jorge en el 10k. Buena tropa.
Objetivo: lo dicho, realizar una tirada larga, a un ritmo sostenible. No tenía mucha idea de cuál sería ese ritmo, saldría por sensaciones. Desde el 10K de junio no salía por llano a ritmo. Pero esperaba que fuera posible no superar los 5’/km.
Había salido buen día, al bajar del coche algo de fresquito pero una vez en el ajo no parecía que fuéramos a pasar frío, un poco de viento y nubes grises por las sierra, sobre nuestras cabezas no, aunque más nubes que sol.
Dieron la salida primero a unos patinadores y luego a los corredores. Tras una vuelta por el pueblo, salimos de él por una carretera estrecha, que tras cruzar por encima una carretera principal, (únicas cuesta y bajada que podían considerarse como tales) discurre entre campos.
Salí pensando que estaba en la pasada primavera, y vi 4:22 en el reloj,…¡tranquilidad, chaval! Poco a poco ralenticé algo la marcha hasta rondar los 4:30 que, aunque más deprisa de lo previsto, sentía que más o menos podía llevarlos bien. Y en ese ritmo me mantuve unos cuantos kilómetros. Este año la carrera consistía, salvo la vuelta por la población, en dos idas y vueltas por la carreterilla antes mencionada. Así que nos cruzamos con los primeros de ambas carreras, y con los patinadores, que luego, incluso nos adelantaban (hacían 18 kms.). En la primera ida vi volver a Marcos, que iba como un tiro, y algo después Isaías. Una vez giré yo, también me crucé con Agustín que me seguía cercano, y Quique, algo más retrasado. Casi en la línea de meta, giro de 360º y segunda vuelta para los del Medio, los de la 10K no giraban y seguían rectos unos metros, para acabar tras pasar el arco.
Hasta mitad de carrera me mantuve en un ritmo medio de 4:30. Es algo difícil mantenerte en un ritmo algo exigente, pero sin tener ninguna pretensión, pues estaba lejos de mis mejores marcas. Pero dejaba vagar la cabeza o me proponía no separarme de los de delante, incluso pasarles si veía que me acercaba a ellos poco a poco. Noté algo la falta de rodajes, y muy lentamente en esta segunda vuelta ralenticé algo la marcha, que era ya de 4:32 según veía en el reloj.
Como para la segunda vuelta nos saltábamos las calles del pueblo y había que hacer el kilómetro 21, avanzamos más por la carretera hasta dar la vuelta. Yo había superado a tres compañeros de delante y los siguientes estaban muy lejos, así que perdí referencias, pero tampoco miraba el reloj demasiado, mantenía el ritmo, pero cada vez con más ganas de acabar. Intenté acelerar los dos últimos kilómetros para ver si el ritmo medio lo bajaba a los 4:30, pero no lo conseguí. Llegué a meta en 1h. 35’ 40’’, un crono aceptable para ir “sin preparar”. Puesto 44/ 92, el 34 Máster A.