La ultra de Andorra no estaba entre mis planes, ni pasados, ni presentes, ni futuros.

Esta llamada tuvo un efecto cafeína, que ni todos los geles que me había tomado antes juntos. De hecho, fue como si me pusieran un cohete en el culo, empecé a trotar ligerito. Hasta conseguí soltar las piernas.

A raíz de la Padres Epic Trail de noviembre de 2023, me puse a “bichear” en la web, y me topé con una carrera que también la organizaban los mismos, la TRAILCAT200.

A la Prades Epic Trail me apunté prácticamente a la vez que la Ultra de Montsant. Sin embargo, aquí me surgieron “dudas”, ya que había dos distancias grandes, la 50k y la 100k.

Vaya por delante, como diría Jordi el de mi club, que no pudo ser. Me hubiera gustado que esta crónica hubiera sido un relato épico, donde tras una travesía rodeando el Montblanc, y superando una serie de vicisitudes, conseguí cruzar meta. Pero no lo conseguí, aunque alcancé el km 130.

Vaya por delante, como diría Jordi el de mi Club, que no estaba en mis planes repetir esta ultra, o quizá no tan pronto. En 2021 me quitaba la espinita de 2019 en una edición algo deslucida por la pandemia, pero bajando mi tiempo en algo más de dos horas.

Al Trail Barranco de Horcajuelo, que organiza Agustín Vega, de Añón de Moncayo, le tenía muchas ganas ya desde hace tiempo.

Esta frase no es mía, es el título de unas memorias escritas por el corredor Haruki Murakami. La saco a colación por unas "memorias" inéditas mías que descubrí en el cajón desastre que es mi disco duro (vamos, un archivo Word que tenía por ahí).

Cuando hace un año abandoné en

-Rápido, rápido, que no llegamos.