Este fin de semana participé corriendo en la Calcenada de Otoño, una de las 3 rutas que se hacen en Calcena (Zaragoza) al cabo del año en los alrededores del Moncayo.
Aprovechando que el sábado se hacía cena en el Pabellón de Calcena para los participantes que acudieran y que pasar la noche en el nuevo albergue de Calcena (situado en el edificio de su antigua Casa Cuartel de la Guardia Civil), cogí el coche el sábado después de comer para estar allí sobre las 18 h. y dejarme todo ya preparado en el albergue, evitando el madrugón que suponía acudir el domingo en el bus organizado desde Zaragoza.
Una vez allí, en el albergue la verdad es que me atendieron estupendamente, hice tiempo tomando una caña con alguna gente del pueblo y luego me acerqué al pabellón para la cena, donde la verdad es que nos ofrecieron una muy buena comida (Llegué a comerme 3 platos del segundo plato, un pollo con salsa delicioso), alguna copa, sorteos y una auténtica verbena para quien tuviera ánimos, yo me fui a dormir sobre las 11 de la noche, pero se que hubo gente que cerró el pabellón a las 2,30 de la mañana y se fue al bar hasta las 4,30, vamos, que el ambiente no faltó en ningún momento.
Y llego el día en cuestión, el domingo, que amaneció con mucha lluvia (igual que el sábado que estuvo todo el día lloviendo), fuerte viento y frío (alrededor de 3º C), con lo que hubo que prepararse de manga larga, mallas largas y cortavientos/chubasquero para salir a correr, así que con eso y mi mochila camelback me fui hacia el pabellón de Calcena sobre las 7,20 h para recoger el dorsal, tomarme un chocolate con bizcochitos e ir viendo llegar a la gente que venía en el día mientras esperaba a que nos dieran la salida a los corredores que salíamos a las 8,00 h, unos 15 minutos antes de los primeros andarines, saludando a los amigos que venían a hacerla caminando.
Y llegaron por fin las 8,00 h. y nos dieron la salida a los poquitos corredores que estábamos este año, no llegábamos a la veintena (mención especial al padre que se atrevía a correrla con su hijo pequeño), emprendiendo un inicio al trote hacia el sendero que conducía al inicio de la subida a la ermita, con bastante lluvia y viento.
La subida a la ermita es el tramo mas fuerte de la ruta, subes unos 350 metros de desnivel en menos de 2 Km., lo que hace que su mayor parte se haga andando, por lo menos por parte de los mortales como yo, los 3 primeros iban corriendo como auténticas cabras como si eso fuera un falso llano jajaja. La subida me tomó alrededor de media hora, ya que la realicé andando con algún trote esporádico, pero sin forzar nada porque no era cuestión de acabar reventado justo al comienzo de la ruta, para por fin llegar a la ermita donde se encontraba el primer avituallamiento en el que cayó un vaso de isostar y ya enfilé hacia la pista de tierra que me llevaría por el resto del recorrido.
Esta parte, hasta el Km. 12-14 mas o menos, fue la peor en cuanto al clima, con la lluvia que continuaba y con el viento que nos soplaba en contra haciendo que el esfuerzo para avanzar fuese mayor, hasta que por fin paró la lluvia y se hizo menos farragoso el camino, pero también fue donde se empezó a poder llevar un buen ritmo corriendo (a pesar del falso llano en el cual seguíamos ganando desnivel) y durante el cuál pudimos ir viendo como estábamos pasando por las zonas de avituallamiento antes de que las hubieran terminado de montar o directamente de que llegaran, ya que estas están pensadas principalmente para estar disponibles cuando pasen aquellos que la realizaban caminando.
A partir del Km. 15, mas a menos, empezamos ya a descender con lo que la carrera, ya sin lluvia y apenas viento, se hizo mucho más cómoda y ligera desde este punto, ganando mucho ritmo y disfrutando a demás, ahora que no molestaba tanto el clima, de unos paisajes preciosos mientras esquivábamos algunos charcos que podrían haberse nadado si nos lo hubiéramos propuesto jaja.
Tras esto llegamos a el ultimo tramo, unos 3 – 4 Km de carretera hasta llegar a una casa que teníamos que atravesar, donde se encontraba el último avituallamiento (este sí que lo encontramos ya operativo), donde se ofrecía cerveza, isostar y frutos secos, donde intente aprovechar para tomarme una cerveza de la que no fui capaz de dar mas de un trago antes de seguir hacia el final. Tras la caseta nos metimos por un camino entre acequias que nos llevaba a aparecer ya dentro de Calcena en la calle del Centro de Interpretación de la naturaleza, para allí ya salir a la calle principal e ir hasta el pabellón donde finaliza nuestra carrera sobre las 10,20 de la mañana y donde recogeríamos nuestra bolsa obsequio (con una camiseta del evento y una guía turística de Aragón bastante maja).
Calcenada de Otoño 2013
En general pues buenas sensaciones, ni una sola molestia durante el trayecto, lo cual me hace pensar que el problema que tenía en la rodilla derecha ya va viento en popa, y una auténtica experiencia el correr por la naturaleza con ese clima. Por otro lado, he de decir que pese a que estaba anunciado el recorrido como de 21 Km, tanto a mi como a otras personas (corredores y caminantes) el GPS nos indicaba que habíamos recorrido 24 Km sin habernos desviado en ningún momento del camino señalizado, pero bueno, son gajes del oficio. Por lo demás, pues decir que la Calcenada es una auténtica fiesta de la montaña, en la que se disfruta muchísimo y hay muy buen ambiente, aparte de una gran organización, salió todo de 10.
PD: Tras todo esto, duchica, café, esperar a los caminantes y otra buena comida por parte de la organización, antes de enfilar la carretera. Volveré en la próxima, ¡lo aseguro!