Por fin llegó el momento. Tantos meses esperando volver a sentir la sensación de ponerme un dorsal, mascar la competición, disfrutar del ambiente, incluso de los nervios antes del pitido inicial.
Por fin llegó el momento. Tantos meses esperando volver a sentir la sensación de ponerme un dorsal, mascar la competición, disfrutar del ambiente, incluso de los nervios antes del pitido inicial.
Me inscribí a la 8K del valle de Tena justo antes de que subiera el precio de las inscripciones, teniendo ganas de volver a intentar después del intento fallido de 2018.
Vaya por delante (como diría Jordi el de mi club) que no esperaba repetir esta ultra tan pronto. “Repetirás”, me decía el año pasado por estas fechas Óscar el andarín. “Esta ultra es de las que se repite”.
Después de la gran experiencia vivida en "UT Les Fonts" el año pasado, quería volver a participar en una carrera por etapas.
Hace algo más de un año participé en el encuentro de corredores en Sin organizado por Rafa Esteruelas. La idea era dar a conocer las novedades del recorrido del Trail de Sobrarbe.
Tras dejar la bolsa de vida que recogeriamos en Courmayeur ( km80), Jordi y yo nos fuimos hacia meta; ibamos con tiempo unas dos horas , algo que merecio mucho la pena !!!
Ya no queda nada, eso es lo que no para de rondarme por la cabeza éstos últimos días desde que el domingo crucé la meta de la Carrera de montaña de Mularroya.
Son las 4:30 de la mañana cuando suenan los dos despertadores a la vez al ritmo de alarma android. Mirando al techo de la habitación del hotel buscando alguna razón por la que tengamos que despertarnos tan pronto.
Después de unos días de merecido descanso, quiero contaros como fue la experiencia de mi primer Gran Trail el pasado 27 de Junio por las tierras del Sobrarbe.
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