A la media de Zaragoza le pillé una manía exagerada en 2016. Venía de la media de Tudela, donde hice mi mejor marca, y creí que bajar hasta el 1:35 era cosa fácil. ¡Ja! No hubo manera y al final me pilló la liebre de 1:40.

Este fin de semana no tenía pensado correr pero casualidades de la vida, en su día me apunté a un sorteo por Facebook para la "XXI Media Maratón de Zaragoza" y me tocó.

Sigue la temporada a ritmo de 42 kilómetros. Gracias al poder de convicción de Quique, compañero de ANDANDAEH, me animé a participar en el "VIII Maratón de Castellón".

Son las 6.00 y empieza a amanecer. El cielo esta nublado, muy nublado y entre las montañas del pre pirineo se observa una niebla blanca y densa.

Y la sensación más intensa fue la de los últimos kilómetros en solitario hacia Cabezón de la Sal, casi de noche, rodando rápido por asfalto mientras veía alguna sombra a los lados de la carretera que todavía te animaba con gritos y aplausos.

Se acaba el verano, dejamos las vacaciones atrás y se abre otra vez mi temporada de carreras. Y que mejor manera que hacerlo en mi ciudad y a lo grande; con la "IX Maratón de Zaragoza".

No soy dado a escribir crónicas ni estas cosas como ya sabéis pero esto se lo merece y aunque muy resumido algo os voy a contar, mas sensaciones que las etapas porque sino no acabaría...

En noviembre todo corredor tiene una cita ineludible en San Sebastián. Se trata de la "Behobia", una carrera mítica dentro de la geografía española, se podría denominar como el Barça-Madrid del running.

Llegamos el sabado por la tarde con prisa, ya que teniamos que ver como el barsa le daba una paliza al madrid, pero ya empezamos con mal pie al caernos un agua de la ostia encima y chiarnos mientras recogíamos las bicis y demas. segundo fiasco, mas para lapierre que pa mi, que pierde el barsa.

5:00 zulu. Suena el despertador , desayunamos, nos vestimos y salimos montados en el carro de caballos.