A la maratón de Canfranc no llevaba idea de apuntarme, que conste en acta. Pero después del abandono en el Aneto, se me metió en el coco la idea de un cierre de temporada majete.
A la maratón de Canfranc no llevaba idea de apuntarme, que conste en acta. Pero después del abandono en el Aneto, se me metió en el coco la idea de un cierre de temporada majete.
Lo confieso: llegaba con pocas ganas de correr. Hacía días que me había apuntado a Daroca, tras descartar mi participación en la Media Maratón de Zaragoza.
Vaya por delante que estoy nerviosillo. Estoy nerviosillo como hace tiempo que no lo estaba. He recuperado esas sensaciones que tenía antes, esas que se traducen en que los días previos a una prueba le estés dando vueltas contínuamente. Visualizando. Preparando mentalmente. Nerviosillo.
Vaya por delante que lo voy a correr. Este sábado. A las cinco de la mañana. Otro madrugón, y otro día entero por la montaña.
Vaya por delante que lo había advertido. En mi último post escribía "Llego en forma, preparado, pero sin la motivación que tenía para el Aneto o para la del Sobrarbe.
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