Tras 12 semanas de plan, me planté el 3 de abril en la salida del XV Maratón de Zaragoza. El día amaneció muy fresquito.Una “nortada” había traído heladas y nieve a la península. Y lo peor, viento.
Tras 12 semanas de plan, me planté el 3 de abril en la salida del XV Maratón de Zaragoza. El día amaneció muy fresquito.Una “nortada” había traído heladas y nieve a la península. Y lo peor, viento.
Han sido meses muy complicados para los eventos deportivos pero poco a poco todo va volviendo a la normalidad. Las pruebas van reapareciendo en el calendario y en esta última parte del año se han aglomerado muchas en las ciudades más importantes.
Después de vivir una gran experiencia en la "Maratón de Tarragona", tocó descansar de forma breve. Demasiado breve diría yo.
Ya tenemos ante nosotros un nuevo año. Arranca 2020 y en la agenda de todos empiezan a surgir nuevos y emocionantes retos. En mi caso, fiel a mi cita, empieza como siempre. Si algo funciona, para que cambiarlo.
Volvemos a las andadas. Como los últimos años, mi temporada finaliza con la participación en "Ehunmilak". Esta vez con más razón, al tercer intento, por fin pude completar la prueba.
Me apunté al Maratón de Málaga casi un año antes, tras volver del de Valencia. Ante la propuesta de algún compañero de fatigas, acepté.
Aunque estoy en mi mes de “descanso”, tampoco es cuestión de abandonarse totalmente que luego cuesta mucho engrasar la maquinara.
Tocaba poner punto y final a una larga temporada de asfalto. Unos meses de mucha exigencia que han conllevado infinidad de alegrías.
Otro año más no podía faltar mi visita a una localidad a la que tengo mucho cariño. Ciudad vecina llena de familia, gran ambiente y mejor vermú: Tudela y su "IX Media Maratón Estela Navascués".
-Tic, tac, tic, tac…¡Llegó el día! Varios meses entrenando como nunca lo había hecho antes para desembocar en un preciso momento.
Arrancamos 2019. Otro año más en los que intentar buscar nuevos retos.
Después de varios años detrás de un sueño que se me resistía, unas veces por dinero y otras por trabajo, en 2018 por fin lo pude llevar a cabo.
Después de dejar el verano atrás, volver a los entrenamientos, solo me quedaba retomar las viejas costumbres. Tocaba turno de noches en el trabajo y con ello, la búsqueda de una carrera para ir sin dormir el domingo.
Inevitablemente, el día tenía que llegar. Se ha acabado el verano. Pensaréis: ¡Ya hace tiempo que terminó! Cierto, pero los zaragozanos lo alargamos hasta las fiestas del Pilar. Así somos. Una vez sonaron los últimos fuegos artificiales, había que retomar los entrenamientos y las competiciones.
Si, ya lo se, tenéis razón. Dije que había terminado mi temporada de asfalto y ahora me iba a centrar en la montaña. Acumular desnivel sin conocimiento para llegar lo mejor posible al gran reto del año: Ehunmilak.
Bueno, empecemos por el principio. Desde la maratón de Zaragoza de 2016, yo tenía ganas de un sub 3:30 en esa distancia. Esa vez no pudo ser, y al año siguiente tampoco, y la idea me rondaba por la cabeza cosa mala.
A la media de Zaragoza le pillé una manía exagerada en 2016. Venía de la media de Tudela, donde hice mi mejor marca, y creí que bajar hasta el 1:35 era cosa fácil. ¡Ja! No hubo manera y al final me pilló la liebre de 1:40.
Este fin de semana no tenía pensado correr pero casualidades de la vida, en su día me apunté a un sorteo por Facebook para la "XXI Media Maratón de Zaragoza" y me tocó.
Recién acabado el "VIII Maratón de Castellón" con una marca que ni me imaginaba, llegué a Zaragoza con la euforia por las nubes.
Sigue la temporada a ritmo de 42 kilómetros. Gracias al poder de convicción de Quique, compañero de ANDANDAEH, me animé a participar en el "VIII Maratón de Castellón".
Como ya va siendo habitual en estos últimos años, me encanta empezar el año compitiendo en el "Maratón de Tarragona". No encuentro mejor carrera para arrancar una nueva temporada.
¿Por dónde empiezo? El resumen fácil es que “no lo conseguí”.
Dos días llevo intentando volver a mis cabales, pero me cuesta, el domingo tras cruzar meta estaba en shock y casi no podía articular palabras, había conseguido bajar de 3 horas tras más de dos años y 4 intentos fallidos previos.
Hace tiempo que no escribo. Demasiado. Mi última crónica fue la de Guara Somontano, crónica desde las entrañas debido a las circunstacias. Fue cuando ocurrió lo de Iván, y la verdad que desde entonces no he tenido la inspiración para competir, ni tampoco para escribir.
Para no perder las buenas tradiciones, otros lo llaman insensatez, el turno de noches que me deparaba este domingo lo tenía que acompañar con una competición.
¿Hay mejor recuperación post-maratón que apuntarte a una 10k la semana siguiente? Yo no la encontré mejor así que este domingo tocaba la "VIII 10k del Roscón".
Copyright 2019· All rights reserved